martes, 22 de diciembre de 2015

Viride agri



Hoy día 22 de diciembre he ido a comer con mi hija a un precioso restaurante que llevaba mas de cinco años cerrado a cal y canto como consecuencia de la crisis.
Hace ahora un año y medio nos fue permitido el acceso a este restaurante y pudimos disfrutar de su estado, no se puede decir que decadente pero si de abandono, en este caso de abandono de su actividad habitual. Grandes salones vacíos, mesas puestas, cocinas a punto, y un intruso durmiendo en su interior.

Espero que disfrutéis de las imágenes.