domingo, 27 de diciembre de 2015

La habitación sellada

Una habitación cerrada y con precinto policial nos indicaba que a partir de allí no debíamos continuar.

He de confesar que algo así te descoloca, te hace plantearte si debes traspasar el limite o no. La primera reacción es, a la mierda, he llegado hasta aquí y quiero saber que hay al otro lado. Pero das el primer paso, adelantas la mano hacia el pomo de la puerta i te paras en seco. Y si..... comienzan las preguntas a retumbar en tu cabeza, empiezas a hacer conjeturas. Podria ser el escenario de un crimen que aún estan investigando, o de un suicidio no aclarado, tus huellas en el lugar pueden aportar nuevas pistas a un caso policialmente estancado. De repente te ves envuelto en una maraña de la que quieres escapar.
Y de golpe ves ante ti, pasar deprisa, como una moviola a toda pastilla los titulares: el asesino siempre regresa al lugar del crimen. Pillado mientras borraba los rastros de un crimen, o detenido el ladrón, acusado del robo de las obras de arte en la mansión tal.

Un dilema que te adormece la curiosidad y te pone en alerta.

Que harías tu, entras o sales pitando de allí?