Se me encoge el corazón cuando mi fado te nombra. La historia de esta mansión indiana bien podría ser el titulo de un fado.Un hombre joven emigra a Brasil en busca de fortuna y encuentra una enfermedad de difícil curación, por circunstancias, la vida le lleva a caer en manos de indios brasileños que con su medicina natural controlan su enfermedad y lo curan.
Intrigado por el poder curativo de aquellas plantas desconocidas para el, decide estudiar sus propiedades curativas y con el tiempo llega a construir una industria farmacéutica para comercializar esa medicina. Llega a ganar mucho dinero que también invierte en su país de origen, en diversas obras benéficas. Tanto bien hacer llama la atención de los gobernantes de su país y le conceden varias distinciones honorificas entere ellas la de Vizconde. Tras enviudar en Brasil decide volver a su país con los seis hijos de su viuda, vuelve a casarse y tiene 5 hijos mas, en total 11 a los que da una buena educación con todos los mejores medios a su alcance.
Construye su casa en unos terrenos cedidos por su suegro y se establece en ella pero sin abandonar sus negocios en Brasil donde pasa largas temporadas. Tan largas y tan frecuentes que la casa es conocida como la casa de la vizcondesa.
A su muerte deja testamento a favor de sus hijos y la casa, por expreso deseo suyo y imposiciones de su suegro que sigue siendo el propietario legal del terreno donde se edificó la casa, solo puedes ser transferida entre miembros de la familia, por lo que tras la renuncia por parte de los hijos a mantener la casa en buen estado durante muchos años esta permaneció cerrada y deteriorándose con el paso del tiempo.
En la actualidad esta seriamente dañada en sus estructuras aunque con un gran valor histórico en documentos antiguos y historias por contar.